
En 2012 padecí una «catarsis» una verdadera tragedia griega para ser un poco más romántica, una purificación emocional, corporal pero, sobre todo mental, no exenta de momentos de miedo é incertidumbre.
Me tocó la crisis económica del 2008, pero la sufrí en el 2012 como muchos españoles, aunque mis jefes se apiadarón de nosotros y no echarón a nadie a la calle, si hicierón estragos recortando por doquier sueldos, desapareciendo las horas extras remuneradas y dejándonos sin paga extra de verano, con este panorama mi cuenta bancaria bajaba a mínimos, y tenía que empezar a pensar 🤔 que hacer a partir de ese momento.
Me pilló desprevenida y ese verano tuve que ponerme a trabajar quedándome sin vacaciones.
No había podido ahorrar desde hacia mucho tiempo y no tenia suficiente para continuar viviendo independientemente en mi precioso ático, por lo tanto me arremangué y no pare de servir cafés, copas, cenas y comidas en un bar de mi pueblo.
Fue todo muy rápido no podía pensar solo trabajar ese verano.
En Septiembre me incorporé a mi trabajo habitual sin descanso, sabia que tenía que tomar decisiones pero necesitaba una señal, una inspiración, una luz algo que me ayudara a decidir.
En Semana Santa del 2013 visité a mi amigo JR en MALLORCA hacia mucho tiempo que no nos veíamos, demasiado tiempo.
Nos reencontramos por las redes sociales y decidí ir a pasar unos días a su isla.
Fue muy revelador, como si no hubiese pasado el tiempo, la amistad perduraba como en nuestros años más jóvenes he incluso mucho mejor.
En esta escapada encontré el «Click» de mis decisiones iba a dejar mi ático y me marchaba a MALLORCA ese verano «A hacer la temporada» Aunque iba a trabajar otro verano más, la ubicación no iba a ser la misma y con eso ya me conformaba, sabía que viviría experiencias nuevas y eso es lo que yo quería algo diferente.
Pero muchas veces la realidad supera la ficción, he incluso los sueños. A las dos semanas de volver a vivir con mis padres surgió lo inesperado se me presentó una vivienda preciosa, más céntrica, más económica e incluso más bonita, en mi ciudad.
Querían que yo fuese la inquilina, fuí a verla y caí rendida a sus pies era la casa de mis sueños. Después de esta visita, a mi futura casa, literalmente, estuve una semana llorando de la emoción.
Me emocionaba fue todo tan fácil, un familiar quería que yo la ocupase y fue tremendamente alentador y generoso.
Pero mi idea de irme a MALLORCA ese verano no cambió y marché en Junio volviendo a principios de agosto (Estuve nueve semanas)
Fue una desconexión brutal viví con muchísima intensidad los casi dos meses me pareció casi un año, después de buscar a las pocas semanas me puse a trabajar en una competición de Yates. GRACIAS!! 😊 a los contactos de mi amigo y mi nivel de inglés intermedio.
Eran pocos días, los que trabajé, ya que era un evento temporal, pero la experiencia vital iba a valer muchísimo la pena.
Así estuve yendo verano tras verano y fueron seis el total.
Volviendo a la isla para trabajar en «SuperYacth Cup» disfrutaba de la experiencia y unas pequeñas vacaciones. 🏖 en un lugar paradisíaco como es MALLORCA. “Inolvidable experiencia”

Hablando con mi amigo JR me quedé en su casa. Tuvimos un pacto, un trueque, un favor por favor, yo me quedaba en su casa y a cambio, le ayudaría en el cuidado de su niña mientras él estaba trabajando.
Nos vino muy bien a los dos. Después de trabajar en «SuperYacth Cup» cambié de plan y el último mes que me iba a quedar en MALLORCA decidí no trabajar y dedicarme a viajar por la isla, lentamente sin prisas, pero sin pausa, saboreando cada rincón mediterráneo.

No tenía tanta necesidad de trabajar, estaba cansada y saturada de tanta responsabilidad económica y hasta mi incorporación a mi nueva vivienda en septiembre, no tenia pagos a la vista.
Por lo tanto, en una mano cogí el mapa y con la otra un billete de autobús de linea y me dediqué a recorrer la preciosa isla balear.


Fue un verano lleno de intensidad y energía y todo gracias a un momento critico y devastador.

Volví curada de ánimo, suelta en mis movimientos, con una sensación de libertad que hacía mucho tiempo que no vibraba en mi mente.
Desde verano del 2013, MALLORCA forma parte de mi vida. He vuelto una y otra vez, verano tras verano, los primeros seis ańos trabajé y después disfrutaba de unas mini–vacaciones, los últimos dos ańos me he escapado solo para desconectar y vivir otra realidad, con mis queridas amistades.
La «catarsis» que sufrí dio paso a una nueva vida, a una nueva casa y a una nueva YO!
@Pasaporte a mi vida Blog-2017