Cuando llegué a Limburg era mediodía, lo primero que me llamo la atención de este ciudad es que parece como SI! Te teletransportaras al Siglo XIX viviendo con los hermanos Grimm en sus cuentos y folclore alemán.
Sus calles estrechas y empinadas sus casas entramadas de madera de colores, te invita a que tu campo visual no deje de sorprenderte.
En cualquier momento puede salir de estas casas tan auténticas 🏘 los Hermanos Hänsel y Gretel en busca de su casita de chocolate.
Después de caminar un buen rato, nos acercamos a su catedral «La catedral de San Jorge» esta ubicada arriba de una roca sobre el rio Lahn y es uno de los primeros edificios que ves cuando llegas a la ciudad de Limburg, tiene siete torres que se pueden apreciar inmediatamente, de estilo románico tardio y primeros de gótico.
Limburg esta situado en el condado de Hesse y es una de las ciudades que a conservado un número alto de edificios medievales.
A una hora en coche de Frankfurt y media hora en tren. La cruza el rio Lahn (afluyente del Rhin) el cual le da mucha vida a esta pequeña ciudad.
Andar al lado de la orilla del rio Lahn, es muy relajante, rodeado de arboles, vegetación, respirando aire puro, es una estampa realmente Preciosa y muy muy agradable. Nosotras estuvimos paseando un buen tramo y la sensación fue muy apacible.
Poco a poco, nos iba entrando el hambre y decidimos buscar una típica taberna para degustar platos típicos alemanes.
El Schnnitzel fue el plato que elegimos, aunque es más típico austriaco que alemán, también se come mucho en Alemania.
En Austria y en Alemania, hay muchas similitudes gastronómicas.
Consiste en un escalope 🥩 rebozado con harina, huevo y pan rallado, aunque lo más importante para que te salga un buen Schnnitzel es la temperatura del aceite debe estar bien caliente, aunque sin pasarnos, por que puede ocurrir que se dore por fuera y este poco hecho por dentro, casi siempre se acompaña con una buena guarnición.
Cada Schnnitzel puede ir amenizado con salsa, sin nada o como yo me lo pedí con cebolla frita por encima y estaba buenísimo, ademas acompañado con un buen vino caliente Glühwein fue una velada increíble.
Después de la fabulosa comida, continuamos paseando aún quedabán horas de luz y quería retener en mi memoria esta pequeña ciudad tan pintoresca. Lastima que estuvimos a finales de diciembre y los mercados típicos de navidad ya se habían retirado, por que en navidad este lugar debe ser muy mágico.
La ciudad de Limburg del Lahn te hace soñar
Pasamos una tarde maravillosa entre amigas de varias nacionalidades, disfrutamos de los buenos momentos y sobre todo brindamos por el respeto y la amistad.
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