Viajo con mi amiga Marina, desde hace tres años, aunque nos conocemos más de diez, hacemos pequeñas escapadas, que nos vienen muy bién a las dos para desconectar de nuestra cotidianidad.
Nosotras nos conocimos viajando, y coincidimos en el lugar y el tiempo, en un país mágico ESCOCIA.
Desde entonces somos «Almas gemelas» nos entendemos, nos apoyamos, y nos queremos.
Vivimos en diferentes ciudades, pero esto no impide, que nos veamos por lo menos un par de veces al año, y estemos siempre conectadas. 📞
En esta ocasión decidimos viajar a Ávila (Comunidad Autonoma de Castilla y León) teníamos muchas ganas de conocerla, y volver a viajar juntas, había llegado el momento, estábamos preparadas para viajar de nuevo.
Cogimos un tren desde Madrid hasta Ávila, tardamos más de dos horas en llegar, coincidió que el trayecto era el más largo, pero viajar en tren nos gusta mucho, y ver como varia el paisaje de una provincia a otra, es muy apasionante, el ambiente era gélido detrás de la ventanilla, pero eso le daba una sensación bucólica al viaje.

Llegamos a Ávila, lo primero que vimos fué su muralla que es una cerca militar románica que rodea el casco antiguo de la ciudad.
Sorprende y enamora, esta prácticamente intacta y eso que data del siglo III Y IV. La ciudad antigua de Ávila y su muralla fue declarada «Patrimonio de la Humanidad por la Unesco» desde 1985 y en 2007 la Unesco decide ampliar su declaración.
Teniamos nuestros tickets para visitarla, esa misma tarde, apuramos por que el tiempo meteorológico se estaba poniendo un poco feo. Y no queríamos dejar de visitarla y contemplar sus magnificas vistas de la ciudad de Ávila.

Poco a poco íbamos subiendo, las vistas de la ciudad eran cada vez más espectaculares, Ávila es una ciudad pequeña y provinciana, pero es coqueta y muy acogedora.




Disfrutamos muchísimo, de sus vistas, aunque a veces creíamos que tendríamos que bajar in situ, nos granizo y el viento era bastante molesto, pero pudimos recorrer todo el tramo que se puede visitar. Y sobre todo fotografiar la ciudad desde estas perspectivas. 📸




Después de nuestro recorrido por la muralla, decidimos pasear un poco por la ciudad para empezar a familializarse con ella.
Nos hospedábamos en un antiguo palacio en pleno centro. Hotel «Palacio de Monjazar» muy recomendable.
Ávila es pequeña y esta todo muy cerca, fuimos a su plaza mayor y nos percatamos que estábamos en el año Jubilar Teresiano, su plaza estaba decorada con estandartes y banderas de colores, le daba un aire más colorista a sus edificios de antaño.


Al día siguente nos levantamos con la sorpresa, que nos había nevado, Ávila era un manto blanco, esponjoso y maravilloso.
Esa misma mañana habíamos reservado un tour turístico, por sus palacios tiene más de 30 y 23 de ellos dentro de la muralla, la mayoría de ellos son utilizados por Instituciones públicas, Bibliotecas, Academias militares ó Hoteles.



Hicimos el tour, con el temporal, durante dos horas recorrimos los casi 23 palacios que hay dentro de la muralla, el tour tenia representación teatral y iba contando con escenas cada história de sus antepasados. 🎭
Por la tarde decidimos, dedicarnos a Santa Teresa de Jesús, su biografía me resulta muy interesante, creo que fue una mujer muy inteligente, sabia y libre para su época.

Visitamos su museo, su casa y su iglesia y sus reliquias fue un momento muy místico, salimos de allí casi levitando. 🙌🏻
Una de los momentos más curiosos fue cuando contemple su dedo meñique dentro de una urna, A los nueve meses de morirse su tumba se abrió y le cortarón la mano izquierda, su cuerpo estaba incorrupto.
La mano se la dierón a las madres carmelitas del convento de San José de Ávila pero el Padre Jerónimo Gracián se quedo el dedo meñique.



Ávila nos enamoro, es como vivir en una maqueta, y tú te haces pequeña para poder caminar sobre ella, tiene tanta historia y es tan significativa, tan pequeña y tan poderosa.
A última hora de la tarde, paseamos por última vez, me dio un halo melancólico, siempre que viajo algún lugar, me imagino como hubiese sido mi vida si hubiese nacido allí, entre palacios, muralla y nieve.
Ávila huele a chuletón, a historia, a leyendas, a ducados, a palacios, es mística, religiosa, pequeña, coqueta y acogedora. Ávila sorprende y enamora.
@Pasaporte a mi vida Blog-2018
És molt xula vaig estar cuant tenia només 22 anys y en el 2007 vaig tornar,no descarte tornar de nou!! Molt xules les fotos
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Moltes Gràcies! Guapa! A mí me va a encantar! Dos dies molt xulos! i ja nevant va ser perfecte! 👍🏻😍
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